PREMIO BUSHIDO.-
B A S E S
B A S E S
________________
Objeto
.
1.- La Orden Bonaria, y la Escuela Internacional de Artes Marciales HAN KUK quieren entregar el “Premio Bushido” al mejor artista marcial del 6º Open de España, para nuestros patrocinados de dicha Escuela.
.
1.- La Orden Bonaria, y la Escuela Internacional de Artes Marciales HAN KUK quieren entregar el “Premio Bushido” al mejor artista marcial del 6º Open de España, para nuestros patrocinados de dicha Escuela.
.
Jurado y normas finales
.
Jurado y normas finales
.
2.- El Jurado estará compuesto por el Príncipe de Septimio-Bathzabbay el Tadmur, el Presidente de la Escuela Internacional Han Kuk de AA.M.M, y los técnicos de dicha Escuela..
.Premio
.
.
3.- Una Katana.
.
VALORACIÓN.
.
Ser practicante de Artes Marciales, es hoy en día ser un caballero, con unas normas de conducta marciales; de nada sirve ser fuerte, gran luchador, si falta el alma, que hace del guerrero un ser humano.
.
VALORACIÓN.
.
Ser practicante de Artes Marciales, es hoy en día ser un caballero, con unas normas de conducta marciales; de nada sirve ser fuerte, gran luchador, si falta el alma, que hace del guerrero un ser humano.
.
Dicho premio consta de un Katana, símbolo de la esencia del espíritu del practicantes de AA.MM.
La katana es el sable de combate de los samuráis, al que consideraban como su propia alma. En la katana residía el espíritu del samurái, quien la hacía garante de su propia integridad. Un samurái cuidaba su katana casi más que a sí mismo, le daba un nombre. Claro exponente de la importancia de esta acción es que dio origen a un arte marcial, el iaido. Muy ilustrativos de cuál era la relación que el samurái debía establecer con su arma son los siguientes versos del maestro Ueshiba Morihei, fundador del aikido:
Dicho premio consta de un Katana, símbolo de la esencia del espíritu del practicantes de AA.MM.
La katana es el sable de combate de los samuráis, al que consideraban como su propia alma. En la katana residía el espíritu del samurái, quien la hacía garante de su propia integridad. Un samurái cuidaba su katana casi más que a sí mismo, le daba un nombre. Claro exponente de la importancia de esta acción es que dio origen a un arte marcial, el iaido. Muy ilustrativos de cuál era la relación que el samurái debía establecer con su arma son los siguientes versos del maestro Ueshiba Morihei, fundador del aikido:
.
"Clara como el cristal, aguda y brillante, la espada sagrada no admite sitio para alojar el mal".
.
"Clara como el cristal, aguda y brillante, la espada sagrada no admite sitio para alojar el mal".
.
La austera katana fue en un primer momento una recia espada de hierro importada de la península coreana pero con el tiempo, hacia el siglo IX, se fue depurando en un sable más ligero y afilado. La espada japonesa se compone de hoja y empuñadura (tsuka) y a veces llevaba una guarda (tsuba) bellamente decorada en oro y plata. La hoja estaba hecha de hierro combinado con carbono y tenía un núcleo de acero más blando que le confería una inusitada flexibilidad; se componía de filo, punta, parte posterior y shinogi (un acanalamiento longitudinal situado entre el filo y la parte posterior), partes éstas que tenían funciones diferentes en el combate.
.
Considerada uno de los tres tesoros simbólicos del país (los otros dos son un espejo y una joya), la katana tenía carácter sagrado, pues había sido forjada delante de un altar shinto por un sacerdote vestido de blanco -para simbolizar la purificación- que estaba imbuido de un conocimiento divino y asistido por los espíritus (kami en japonés). Tras los ritos purificadores que clarificaban su mente, el forjador comenzaba su trabajo, para el cual utilizaba fuego, agua, un yunque y un martillo. El lingote de hierro primigenio era dividido en dos y en él se iban insertando piezas de metal de distinta dureza. Esta mezcla se batía para hacerla homogénea y luego se le daba la forma, más o menos curva. La hoja se calentaba al rojo varias veces y se templaba en agua con sal, mientras que el filo (sólo uno), cuyo templado era distinto, se protegía con arcilla. Después, la hoja se llevaba al pulidor y, finalmente, había que comprobar si estaba bien afilada, lo cual se hacía en el cuerpo de los condenados a muerte, primero en los huesos pequeños y luego en los grandes. El resultado de esta prueba se escribía en el nakago, una pequeña pieza que unía la empuñadura con la hoja. Los secretos de esta ciencia cuasi sacra se transmitían de padres a hijos y constituían parte del misterio de la extraordinaria calidad de estas armas.
.
Considerada uno de los tres tesoros simbólicos del país (los otros dos son un espejo y una joya), la katana tenía carácter sagrado, pues había sido forjada delante de un altar shinto por un sacerdote vestido de blanco -para simbolizar la purificación- que estaba imbuido de un conocimiento divino y asistido por los espíritus (kami en japonés). Tras los ritos purificadores que clarificaban su mente, el forjador comenzaba su trabajo, para el cual utilizaba fuego, agua, un yunque y un martillo. El lingote de hierro primigenio era dividido en dos y en él se iban insertando piezas de metal de distinta dureza. Esta mezcla se batía para hacerla homogénea y luego se le daba la forma, más o menos curva. La hoja se calentaba al rojo varias veces y se templaba en agua con sal, mientras que el filo (sólo uno), cuyo templado era distinto, se protegía con arcilla. Después, la hoja se llevaba al pulidor y, finalmente, había que comprobar si estaba bien afilada, lo cual se hacía en el cuerpo de los condenados a muerte, primero en los huesos pequeños y luego en los grandes. El resultado de esta prueba se escribía en el nakago, una pequeña pieza que unía la empuñadura con la hoja. Los secretos de esta ciencia cuasi sacra se transmitían de padres a hijos y constituían parte del misterio de la extraordinaria calidad de estas armas.
.
El edicto de Hideyoshi otorgó a los samuráis el derecho a llevar dos espadas, el conjunto de las cuales recibía el nombre de daisho ('grande y pequeña') y era un símbolo de la posición social y el espíritu combatiente del samurái. La hoja de la espada larga, katana o daito, medía más de 61 cm, mientras que la del sable corto, wakizashi o shoto variaba entre los 31 y los 61 cm. Se llevaban colgando del del obi (cinturón), siempre con el lado cortante hacia arriba.
.
El edicto de Hideyoshi otorgó a los samuráis el derecho a llevar dos espadas, el conjunto de las cuales recibía el nombre de daisho ('grande y pequeña') y era un símbolo de la posición social y el espíritu combatiente del samurái. La hoja de la espada larga, katana o daito, medía más de 61 cm, mientras que la del sable corto, wakizashi o shoto variaba entre los 31 y los 61 cm. Se llevaban colgando del del obi (cinturón), siempre con el lado cortante hacia arriba.
.
Cuando un samurái entraba en casa de algún amigo, debía despojarse de su katana, que colocaba sobre un soporte especial (katana-kake), pero podía conservar su wakizashi; en presencia del
emperador o shogun debía despojarse de las dos espadas y dejarlas a la entrada de la sala de audiencias. Los hijos de los bushi llevaban también una especie de katana más pequeña, llamada mamorigatana ('sable de protección'). Las mujeres de los bushi o samuráis llevaban un pequeño puñal sin guarda, denominado kaiken, que podía ser escondido fácilmente entre los pliegues del kimono..
El código samurái se basó en su primer momento en el código chino que establecía las virtudes del guerrero, denominado Kyuba-no Michi (la Vía del caballo y del arco) y que luego dio lugar al código bushido (la Vía del guerrero), filosofía de vida del espíritu samurái. Éste se formó a partir de la unión de varios preceptos religiosos, entre los cuales fue especialmente importante la veneración a las fuerzas de la Naturaleza que preconizaba el sintoísmo. El fin de todo guerrero era llegar a la absoluta claridad mental y física (sumi-kiri) y ser un todo con el Universo, lo cual sólo se conseguía mediante un larguísimo adiestramiento mental y físico. La parte psíquica llegaba a través de la meditación zen, mientras que la corporal era resultado del entrenamiento constante en la práctica de las artes marciales, el tiro con arco, la esgrima y la equitación; a éstas se sumaba un conjunto de normas de etiqueta y de comportamiento que regía todos los actos del samurái. La lealtad de éste al emperador o a su señor (daimyo) era incuestionable. Los samuráis habían eliminado el sentido de posesión de sus mentes; vivían de manera frugal, con absoluto desprecio por las cosas materiales, pues no les interesaba más que su honor y su orgullo. Un samurái era retribuido por sus servicios con alojamiento y comida, jamás con dinero, pues además de mancillar al poseedor, provocaba en éste la preocupación de perderlo (es más, este rasgo subsiste todavía entre muchos maestros de artes marciales -sensei-, que imparten su docencia de forma gratuita).
.
Estos son los siete principios que rigen el código de bushido, la guía moral de la mayoría de practicantes de AA.MM.
..
Estos son los siete principios que rigen el código de bushido, la guía moral de la mayoría de practicantes de AA.MM.
1. Gi - honradez y justicia
2. Yu - valor heroico
3. Jin – compasión
4. Rei – cortesía
5. Meyo – honor
6. Makoto - sinceridad absoluta
7. Chugo - deber y lealtad
2. Yu - valor heroico
3. Jin – compasión
4. Rei – cortesía
5. Meyo – honor
6. Makoto - sinceridad absoluta
7. Chugo - deber y lealtad